Cómo elegir el ventilador perfecto
Cuando el calor aprieta, un ventilador en una solución ideal para tu vivienda. Puedes comprar una ventilador de techo o de pie para salones grandes, uno de sobremesa para una oficia o habitación más pequeña o uno de columna para un dormitorio. Te explicamos todas las opciones.
El funcionamiento de un ventilador es muy sencillo: Mueve el aire ambiental de una estancia de creando flujos fríos y calientes. Esta variación de flujos provoca un descenso global de la temperatura y proporciona sensación de frescor.
Tipos de ventiladores
- Ventilador de sobremesa: Ideales para poner sobre una mesa de oficina o de salón. Su bajo peso los convierte en un buen ventilador portátil. Su potencia es media-baja.
- Ventilador BOX-FAN: Son una modalidad de ventilador de sobremesa que también resultan muy compactos, fáciles de montar y transportar.
- Ventilador de pie: Perfectos para salones o estancias grandes ya que pueden hacer llegar la ventilación a todos los rincones. Tienen más potencia que los de sobremesa y suelen incluir la función de oscilación para girar mientras funcionan.
- Ventilador de torre o columna: Ideales para dormitorios ya que son más silenciosos gracias a su tecnología centrífuga. Incorporan función oscilante o giratoria, por lo que son muy cómodos para hacer llegar el aire a todos los rincones de la habitación.
- Ventilador de techo o pared: Se instalan en el techo o pared y se conectan a la red eléctrica de la vivienda. Perfectos para salones y estancias grandes ya que son capaces de extender el aire por toda la habitación. Tienen la gran ventaja de no ocupar un espacio útil de la habitación. Algunos incorporan luz, cumpliendo también con la función de lámpara.
- Ventilador industrial o circulador: Ideales para espacios grandes de interior por su gran potencia. Suelen ser de acero y se dejan en el suelo. A pesar de su gran potencia, no son muy grandes por lo que puedes manejarlos cómodamente y colocarlos donde quieras.
¿Con aspas o sin ellas?
Los ventiladores con aspas son los más comunes, pero existen otras tecnologías algo más complejas que pueden aportar múltiples beneficios. Así funcionan los ventiladores:
- Ventiladores de aspas: Son los más sencillos, funcionan con una hélice que genera un movimiento de aire. Los ventiladores de sobremesa, de pie, de techo y los ventiladores industriales funcionan con aspas.
- Ventiladores centrífugos: Esta es la tecnología que se utiliza en los ventiladores de columna. Funcionan mediante una rueda o rodete que gira dentro un cárter. Resultan menos ruidosos y consumen menos energía.
- Ventiladores de nueva generación: Los ventiladores sin aspas de nueva generación funcionan con una tecnología más compleja, que absorbe el aire desde la parte central, creando una distribución homogénea en la habitación. Son muy silenciosos y muy eficaces aunque su precio es mayor.
Funcionalidades de un ventilador
- Función oscilante o giratoria: Lo tienen casi todos los ventiladores de pie o de torre y es fundamental para distribuir el aire por toda la habitación.
- Programación y mando a distancia: Muchos ventiladores de techo, de pie y de torre se pueden controlar mediante mando a distancia, pudiendo encenderlos y apagarlos o regular su velocidad.También pueden incluir función programador o temporizador. Incluso, algunos se pueden controlar sin necesidad de estar en casa desde una app móvil o desde los asistentes de voz de Google o Alexa.
- Pulverización o nebulización: Algunos ventiladores de pie tienen la funcionalidad de generar niebla de agua micronizada, convirtiéndose en un sistema de climatización muy potente. Para ello incorporan un depósito de agua. Es indicado sobre todo para exteriores porque humedece el ambiente.
- Ionizador: Algunos ventiladores tienen la función ionizadora que purifica el aire capturando partículas contaminantes como pelos de mascotas, polvo, gases y malos olores y devolviendo aire limpio.
Climatizador evaporativo
Los ventiladores o climatizadores evaporativos son aparatos que enfrían la temperatura del aire a través de del agua como refrigerante natural consiguiendo con ello un ambiente fresco y una reducción de la temperatura en cualquier espacio. Están especialmente indicados para climas secos, ya que aumentan la humedad relativa del ambiente y la refrescan.
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