El jardín, el paraíso de los más pequeños
Este espacio abre amplias posibilidades a la imaginación de los niños para desarrollar sus juegos, solo hay que acondicionarlo para que sea seguro.
Estas zonas al aire libre en casa son una ventaja que debemos aprovechar al máximo. Si además, tenemos espacio suficiente para colocar columpios o toboganes adaptados a su edad, los niños estarán felices. Acondicionar el jardín para que se convierta en el paraíso de los niños es fácil si combinamos los muebles y complementos adecuados. Eso sí, en la elección de todos los complementos debe primar la seguridad, para evitar que los niños sufran cualquier percance o lesión. Pero no solo debemos cuidar que los juegos sean seguros, también hay que controlar las plantas que estén cerca de la zona infantil para evitar intoxicaciones, pinchazos o cortes que se puedan hacer los niños con las hojas y tallos.
Un área de juegos
Los niños necesitan espacio para jugar al aire libre. Si tenemos un jardín grande, deberemos delimitar una zona específica en la que puedan disfrutar con comodidad y sin peligro. Los juegos que pongamos en esta zona infantil variarán según la edad de los niños. Los más pequeños disfrutarán jugando en un arenero donde pueden cavar y construir castillos de arena. Deberíamos acotar este espacio porque así es más fácil mantenerlo recogido y el resto del jardín estará más limpio.
Cuando los niños comienzan a jugar solos, una casita es un buen compañero de juegos, porque allí pueden idear sus aventuras con plena autonomía y desarrollar muchas actividades.
No debería faltar un columpio, tobogán o una cama elástica. La elección del material de estos elementos dependerá del estilo que queramos dar al jardín, pueden ser de plástico o madera, pero lo importante siempre es que sean seguros. Si elegimos elementos de madera tenemos que revisar que no tengan astillas sueltas con las que puedan pincharse los niños y si son de plástico nos fijaremos en que tengan aristas en los bordes.
Piscinas infantiles
Cuando el jardín es grande podemos instalar una piscina empotrada e incluso cubrirla para usarla en invierno. Pero si no disponemos de suficientes metros, una solución adecuada son las piscinas desmontables. La facilidad para instalarlas permite que se puedan usar durante los meses de calor y estar recogidas el resto del año, dejando el espacio libre para dedicarlo a otros usos. Eso sí, hay que tener mucha precaución con la piscina para evitar accidentes. Es aconsejable que esté vallada para evitar caídas y estar protegida por una malla en los meses en los que no se utiliza.
Otro cuidado que debemos tener en la zona infantil es no dejar a la vista de los niños las herramientas del jardín. La mejor solución es guardar todas las herramientas de jardinería en una caseta cerrada cuando dejamos de trabajar en el jardín.
Si te ha interesado este artículo te recomendamos:
- Cómo mantener tu césped perfecto en invierno
- Con qué carbón maridan mejor tus recetas a la barbacoa - CONSEJO DEL EXPERTO
- 5 consejos para convertir tu balcón en tu espacio preferido
Tweet