Impresoras 3D: La tecnología 3D llega a los hogares
La impresión 3D o fabricación aditiva es una de las principales revoluciones tecnológicas de los últimos años. Su uso doméstico empieza a ser una realidad con modelos de impresoras 3D cada vez más asequibles y fáciles de usar.
En sectores de la industria como el diseño, la automoción, la arquitectura o la medicina, está suponiendo un auténtico boom tecnológico. Al abaratar notablemente los costes de prototipado de sus productos gracias a esta tecnología. Las impresoras 3D también han contribuido al desarrollo de movimientos como los ‘makers’, los artesanos del siglo XXI, capaces de crear objetos mediante diferentes herramientas tecnológicas.
Objetos tridimensionales
La impresión 3D es una tecnología que permite fabricar un objeto mediante la superposición de finas capas de un material, generalmente un termoplástico como ABS, PLA o poliestireno. El material se distribuye en carretes o bobinas de hilos o filamentos que se funde a su paso por el cabezal extrusor. A medida que el material se deposita, se enfría en pocos segundos y se solidifica.
Esta tecnología de impresión 3D, denominada por deposición o extrusión (Fusion Deposition Modeling, FDM), también se utiliza con otro tipo de materiales, como elastómeros termoplásticos, que consiguen objeto con cierta elasticidad, e incluso algunos que simulan metales o madera. Incluso existen impresoras capaces de crear productos comestibles.
La extrusión es la tecnología más barata y la más habitual. Los recambios de filamento son cada vez más económicos. Uno de los más demandados por su versatilidad son los filamentos PLA, tanto para uso doméstico como profesional.
Impresoras de compactación e industriales
Otro modo de impresión en 3D es el conocido como compactación mediante láser o SLS (Selective Laser Sintering). En este caso, el láser de la impresora compacta un material en forma de polvo, similar al yeso, que se va añadiendo y solidificando capa a capa hasta crear la pieza. Se puede emplear tinta para dar color a las diferentes partes de la pieza.
El polvo puede ser de cristal, cerámico, metálico, de composite, plástico… lo que hace variar la composición y resistencia del objeto. También hay impresoras similares por inyección, en las que el elemento que compacta el polvo no es un láser sino una sustancia coaligante.
Un tercer tipo de impresión en 3D es la conocida como fotopolimerización o estereolitografía. Funciona mediante una luz ultravioleta o láser que solidifica por capas una resina pseudolíquida sensible a la luz para crear en tres dimensiones casi cualquier tipo de objeto.
Imprimir cosas útiles… o no
Desde coches, casas, joyas hasta tatuajes e incluso comida. El uso de las impresoras 3D cada vez amplía más su espectro. Todo un desafío para la industria.
Los objetos reales que se pueden crear con impresoras 3D pueden ser desde martillos, jaboneras, posavasos, lámparas, pomos para cajón, servilletero, macetero de autoriego, soportes para el portátil hasta máscaras de Dark Vader o réplicas de nuestros juguetes favoritos.
La comida ha sido de las últimas en apuntarse al futuro 3D. Estas impresoras especialmente diseñadas para este uso incorporan circuitos para introducir diferentes ingredientes y tener una pequeña fábrica de comida en tu hogar.
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