Saca partido a tus dispositivos con tecnología GPS

Cada vez son más los dispositivos que incorporan tecnología GPS para ayudarnos a conocer nuestra ubicación geográfica en cada momento. Desde el propio sistema incorporado en el teléfono móvil hasta el dispositivo GPS para coches.

Los primeros ‘smartphones’ Nokia que incluían GPS tardaban varios minutos en conectar a la red de satélites que permiten determinar nuestra posición con un error de apenas tres metros en buenas condiciones de recepción. Hoy en día, los dispositivos GPS se conectan en segundos y están incluidos en múltiples aparatos, desde ‘smartphones’ hasta cámaras de fotos, pasando por relojes deportivos o pulseras cuantificadoras.

Incluso los drones tienen hoy en día dispositivo GPS incorporado. También es muy útil el GPS presente en los candado de bicicletas que funcionan como sistema antirobo.

El GPS es uno de los instrumentos tecnológicos que más nos ayudan en nuestro día a día. Pasa desapercibido porque funciona correctamente. Sólo hay que tener la precaución de usar el dispositivo adecuado para cada ocasión.

Para qué sirve la tecnología GPS

La misión de los dispositivos GPS es hacernos saber nuestra posición geográfica con la mayor precisión posible. El número de dispositivos y aplicaciones que se han ido desarrollando alrededor de esta tecnología es inabarcable. Gracias a ella funcionan Google Maps o Foursquare. Si la app Moves te da un resumen de la actividad diaria caminando, corriendo o en bici, es gracias al GPS. Es cierto que hay otros sensores que intervienen en estas tareas, pero tienen un papel secundario cuando se trata de saber dónde estamos.

Junto con el GPS, la segunda pata de los servicios de ubicación son los mapas. Si únicamente contásemos con las coordenadas numéricas de nuestra ubicación, poco podríamos hacer para localizarnos. La cartografía permite tener una referencia precisa y visual de nuestra posición.

La asignatura pendiente de la tecnología GPS son los interiores de los edificios o los túneles, donde no llega la señal de los satélites. Existen iniciativas para solventar este vacío tecnológico, pero no son tan precisas aún.

Un dispositivo GPS para cada actividad

Con tantos dispositivos como hay que integran GPS es tentador pensar que todos valen para todo. Pero aunque haya cierto margen para hacer un uso cruzado de dispositivos, hay que tener cuidado y atender al uso que le daremos.

Conducción: Aunque existen apps para ‘smartphones’ y tabletas, incluso de las propias empresas que los fabrican, lo indicado es tener un navegador específico para coche. Pero para utilizarlo con seguridad hay que utilizar el soporte de GPS adecuado que no interfiera con la conducción.
Senderismo/montaña: Es tentador usar el smartphone para el seguimiento de estas actividades, pero si realmente se necesita un GPS para montaña, existen soluciones mucho mejores, con mapas preinstalados, buena autonomía y resistentes a caídas y agua.
Actividad física/deporte: Las pulseras cuantificadoras están de moda, pero si se busca una mayor precisión en la medida de las actividades deportivas es conveniente usar dispositivos con más entidad o ‘smartwatches’ con GPS.
Turismo: Los smartphones son la solución ideal para estas actividades. Eso sí, recuerda descargar los mapas que vayas a usar para no depender de la conexión de datos. Google Maps, Here Maps o los Mapas de Apple son herramientas urbanitas por excelencia. No está de más que tengas a mano una batería externa cuando hagas uso intensivo del GPS. Se gasta mucha batería cuando se usa de continuo y lo más probable es que el móvil no aguante hasta el final del día.

Si estás en el extranjero, puedes geolocalizar tus fotos sin gastar dinero. Tan solo tienes que desactivar los datos, pero no actives el modo avión, porque apaga el GPS.

Si sólo desactivas datos y bloqueas llamadas y mensajes entrantes, el GPS estará activo para geolocalizar fotos, usar las funciones de coordenadas de la brújula o lo que sea menester.

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