¿Para qué sirve un microondas además de para calentar?

Sabemos que con nuestros hornos microondas podemos preparar sabrosas recetas de cocina, descongelar alimentos o hervirnos agua en un instante. Pero pocos también conocen que gracias a este electrodoméstico podemos pelar cebollas sin llorar y desinfectar utensilios de cocina, entre otras numerosas aplicaciones igual de sorprendentes.
Un arma letal contra las bacterias

Los estropajos, las balletas y los trapos de cocina acumulan muchas bacterias y suciedad, y aunque para eliminarlas existen productos especiales y desengrasantes, si quieres ahorrarte tiempo y dinero mételos cuatro minutos en el microondas a máxima potencia y las altas temperaturas matarán todas las bacterias. El mismo truco sirve para desinfectar la tabla de cortar. Después de lavarla, restriega un limón sobre su superficie y caliéntala durante un minuto a máxima potencia. Solo recuerda que no puedes hacerlo si tiene un asa metálica.
No derrames más lágrimas por una cebolla

¿Harto de llorar cada vez picas una cebolla para preparar un sofrito o una ensalada? Pues introdúcela en el horno microondas cortada por los extremos y déjala 30 segundos a máxima potencia. Con este proceso evitarás que el azufre que contienen las células de esta hortaliza irrite tus ojos.
Con el ajo también sirve este truco. Quince segundos de micro son suficientes para que la piel se despegue de la carne. Después, déjalos enfriar y tendrás los ajos desnudos sin necesidad de dejarte las uñas en el intento. Con este sencillo truco ahorrarás tiempo en la preparación de platos y recetas para microondas.
Pero aún hay más. Si metes un limón o una naranja durante quince segundos a máxima potencia obtendrás más zumo cuando los pases por el exprimidor, por lo que aprovecharás hasta la última gota de estos cítricos. Además, puedes aprovechar el calor del horno microondas para secar galletas húmedas o para que las patatas fritas vuelvan a estar crujientes.
Otras utilidades curiosas

Las ondas de este electrodoméstico actúan sobre algunos adhesivos. Por eso es una buena idea introducir una carta durante unos segundos si quieres quitar un sello sin romper el sobre. Con el microondas también alargarás la vida de esa máscara de pestañas que se ha quedado reseca de tanto meter y sacar el cepillo. Mete el tubo en un vaso de agua y enciende el microondas durante medio minuto aproximadamente; el líquido volverá a fluir como el primer día.
Otras aplicaciones muy útiles del micro son la de calentar toallas húmedas para usarlas como calmantes de dolores de cabeza o musculares, esterilizar más rápidamente los frascos de conservas y separar el azúcar apelmazada. Para conseguirlo introducimos el azúcar en un bol, lo cubrimos con un papel húmedo y lo dejamos en el micro entre veinte y cuarenta segundos, dependiendo de la potencia.
Aprovecha su calor para facilitar su limpieza
Olvídate de frotar y hacer escorzos con los brazos para eliminar la grasa y la suciedad del micro. Cubre el interior del horno con papel de cocina humedecido, enciéndelo a la máxima potencia durante cinco minutos y a continuación retira el papel. Verás que ha absorbido toda la suciedad.
Otra opción es colocar sobre la bandeja un bol lleno de agua y rociar con vinagre el interior del horno. Si lo pones en marcha y lo apagas en cinco minutos, podrás quitar la suciedad pasando un trapo sin frotar. Y para eliminar los malos olores, lo mejor es calentar un recipiente con agua y zumo de limón.
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