Cuando llega el frío, ¿radiadores o aire acondicionado con bomba de calor?

Es muy difícil alcanzar un consenso cuando se trata de decidir la forma más adecuada, agradable y práctica de calentar una casa. Cada vivienda tiene unas características distintas, y el clima de la zona y lo frioleros que sean los habitantes hacen que el debate permanezca siempre abierto.

Dos sistemas, dos alternativas

Aunque hay muchos sistemas diferentes para caldear el hogar cuando llega el invierno (calefacción eléctrica, suelo radiante, emisores termoeléctricos…), los radiadores convencionales y los equipos de aire acondicionado con bomba de calor son los dos favoritos de los españoles.

A tener en cuenta: Los radiadores de toda la vida funcionan gracias al agua caliente que se acumula en su interior. Esta proviene de una caldera, que puede ser individual (ubicada en la propia vivienda) o comunitaria (una gran caldera situada en un espacio compartido que da servicio a todos los vecinos de un edificio). Tanto si la caldera funciona con energía eléctrica, con placas solares, con gas o con carbón (todavía quedan algunas en inmuebles antiguos, aunque cada vez menos), es lo que hace que el agua caliente llegue a los grifos de la casa y a los radiadores de sus estancias.

Cuando hablamos de un sistema de bomba de calor, nos referimos a un aparato de aire acondicionado que cuenta con la capacidad de invertir su función básica y expulsar aire caliente en vez de frío.

Ventajas e inconvenientes

Cuando adquirimos una casa, lo normal es que mantengamos el sistema de calefacción que instalaron los constructores o bien los anteriores propietarios. Pero si queremos renovarlo, o si compramos una vivienda que no está equipada con ningún sistema, conviene tener presentes las ventajas e inconvenientes principales de cada uno.

A tener en cuenta: Los radiadores son muy prácticos, porque calientan la casa de forma homogénea y duradera, aumentan la temperatura de forma agradable y sin resecar el ambiente, y son sencillos de utilizar y requieren poco mantenimiento. Como contrapartida, hay que purgarlos todos los años antes de volver a ponerlos en funcionamiento, y tardan cierto tiempo en conseguir caldear el hogar.

La ventaja más destacada de los aparatos de aire acondicionado con bomba de calor es la rapidez con la que calientan una habitación o la casa entera. Además, con la instalación de un solo aparato conseguiremos frío en verano y calor en invierno. Como inconvenientes de este sistema podemos mencionar que puede resultar un poco ruidoso, que resecan el ambiente y que el calor que emiten se dispersa con rapidez.

El gasto también es importante

Además de las ventajas e inconvenientes desde el punto de vista del usuario y de las prestaciones del equipo, también hay que analizar ambos sistemas desde una perspectiva económica y de eficiencia energética.

A tener en cuenta: Cuando hablamos de radiadores, el gasto viene dado por el sistema que emplea la instalación para calentar el agua. La calefacción eléctrica es la más cara, aunque la más práctica y segura, mientras que la de gas es más barata, pero puede suponer algunos riesgos para la seguridad. Las energías renovables, como las placas solares ubicadas en los techos de algunos edificios, son la alternativa perfecta para calentar el agua de la caldera de forma barata, segura y energéticamente eficaz.

Al contrario de lo que mucha gente piensa, los sistemas de bomba de calor son los más eficaces desde un punto de vista energético, entre otras cosas porque emiten calor hasta que la estancia alcanza una determinada temperatura, y entonces paran. Consumen, por tanto, menos energía, lo que repercute en una factura eléctrica menos abultada.