Cómo elegir gafas de sol
Son un complemento ideal durante todo el año, que se vuelve imprescindible en verano. Las gafas de sol nos visten y nos aportan un toque de sofisticación. Pero esa no es su única misión, lo más importante es que cuidan nuestra vista y protegen nuestros ojos de la luz solar. Eso sí, no vale cualquier gafa. Los ojos son unos órganos vitales muy delicados y conviene invertir en conservarlos. Por eso es fundamental comprar gafas de calidad y saber elegir el cristal que más nos conviene.
Hay que tener en cuenta que no todas las gafas son graduables, por lo que, antes de elegir ninguna, si necesitas graduación, asegúrate de que se podrá aplicar. Y no hay que dejar de lado las gafas de sol para niños, que también necesita protección. A continuación revisamos los principales puntos que debemos considerar a la hora de comprar unas gafas de sol.
El tipo de lente
- Polarizada: las lentes polarizadas proporcionan una definición y un contraste envidiables, a la vez que protegen los ojos de reflejos y deslumbramientos. Por eso, son especialmente recomendables para actividades en el mar (navegación, pesca…) y para la conducción. Además, reducen la fatiga ocular. Eso sí, resultan incómodas si se combinan con otro cristal polarizado, pues se anulan uno a oro. Por ejemplo, en algunos coches la luna trasera o los navegadores tienen cristal polarizado, por lo que. Llevando estas gafas, no veremos a través de ellos. También dan problemas de visualización muchas pantallas de ‘smartphone’.
- Fotocromática: el color de la lente se ajusta automáticamente a la cantidad de luz, es decir, que se oscurece cuando se expone al sol y se aclara cuando está a la sombra. Son ideales para usar durante todo el año, o para zonas en las que se producen grandes variaciones de luz en cortos periodos de tiempo.
- De espejo: las lentes de espejo llevan un revestimiento que refleja la luz, impidiendo que ésta llegue al ojo. Son recomendables para lugares en los que hay mucha luz o en los que ésta es muy brillante, por ejemplo, la nieve. La capa espejada se puede añadir a cualquier lente.
El color de la lente
No es sólo una cuestión de estética, el color de la lente dice mucho de sus características. Y no, no es cierto que cuanto más oscuras sean, más protegen.
- Marrón: este color mejora el contraste y reduce el cansancio. Además, reduce notablemente las posibilidades de deslumbramiento. El cristal marrón es una buena opción para las personas miopes y para aquellas que estén operadas de cataratas.
- Verde: el verde es el color que menos altera el resto de colores, por lo que las lentes verdes son perfectas para conducir y para los deportes. Sin restar claridad, el verde reduce la luminosidad. Es una lente recomendada para personas hipermétropes.
- Gris: es el color más neutro, los cristales en gris son adecuados para todo tipo de vistas y especialmente indicado para la conducción.
El filtro de la lente
Cada lente lleva incorporado un filtro de color, cuya misión es reducir la cantidad de luz que pasa a través de la lente, para evitar deslumbrar. La Normativa Europea clasifica la protección que ofrecen las lentes destinadas a gafas de sol en 5 niveles, del 0 al 4, de menor a mayor protección.
Las lentes de categoría 0 son lentes casi incoloras y las lentes de cat. 4 son lentes muy oscuras, tanto que no son aptas para la conducción. El uso de la categoría 4 queda reservado para usos extremos como los deportes de nieve. Lo habitual, para un uso cotidiano, es usar gafas con filtros 2 y 3.
Tamaño y forma
Aunque parezca que estos ya sí que son aspectos meramente estéticos, no es así. Efectivamente hay que elegir unas gafas que sean de nuestro agrado, de nuestro estilo y que completen nuestro ‘outfit’, pero no a cualquier precio. La montura de las gafas debe resultarnos cómoda, de lo contrario, no aguantaremos mucho con ellas puestas y dejaremos a nuestros ojos desprotegidos. Hay que fijarse sobre todo es que se ajusten bien en la zona nasal, que es donde más molestias suelen causar, y en que su peso no nos resulte excesivo.
También hay que prestar atención al grado de cobertura: si las pestañas rozan el cristal o si las gafas se apoyan sobre nuestra mejilla, no serán unas gafas adecuadas para nuestro rostro. El tamaño, aquí, si importa. A un rostro pequeño no le favorecerán una gafas grandes, y viceversa. Algunas marcas, como Rayban, ofrecen distintos tamaños de algunos de sus modelos.
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