Mantenimiento de la bici: ¿Cómo conservarla como el primer día?
Héctor Girón Llimona
@hestuco
Club ciclista Corona chica piñón grande
Para mantener una bicicleta como el primer día no es necesario ni realizar un gran desembolso económico ni emplear mucho tiempo. Basta con aplicar con cierta periodicidad unas sencillas normas de conservación y usar para ello los productos adecuados.
Lavado y engrase de la bicicleta
Mantener limpia la bicicleta es fundamental para un buen mantenimiento. Para hacerlo correctamente es aconsejable utilizar un desengrasante de bicicletas y un pincel con púas con el que eliminar la suciedad acumulada en piñones, radios y otras partes difíciles. También es recomendable utilizar un caballete para sujetar la bicicleta, sobre todo si decides quitar las ruedas y limpiarlas aparte, lo que también es aconsejable para conseguir un lavado más profundo y preciso.
Una vez lavada, los siguientes pasos son secar y engrasar la bicicleta. Para lo primero basta con una toalla o un trapo común; para lo segundo precisamos de un bote de grasa sólida y aceite. Es importante echar un poco de aceite en la cadena cambiando las marchas para que se lubriquen todos los piñones y platos.
Los elementos principales para limpiar una bici son un cubo de agua, un líquido especial para limpiar bicicletas y una esponja. También necesitarás una brocha, un cepillo, un bote de líquido desengrasante y un limpia cadenas. No es conveniente usar un jabón normal porque puede ser corrosivo.
Podemos utilizar un poco de la grasa sobrante para abrillantar todas las partes de la bicicleta y engrasar las zonas móviles.
Mecánica de la bicicleta
Revisar con frecuencia los componentes de la bicicleta nos ayudará a evitar averías y a asegurarnos de que la máquina responda correctamente. Si se trata de una bicicleta de montaña, es esencial que antes de empezar una ruta comprobemos el funcionamiento de la suspensión, los frenos y las ruedas.
Una buena manera de comenzar es comprobando que los tornillos estén bien apretados, prestando especial atención a los que sujetan el manillar y las ruedas de la bicicleta. Un juego de llaves Allen te ayudará a ajustar aquellos que estén sueltos. A continuación revisa las manetas de freno y las palancas de los cambios y asegúrate de que están fijas a las barras. Luego mide la presión de las ruedas y el estado de las cubiertas, y utiliza un inflador para darles la presión correcta.
Hay una serie de herramientas que son esenciales para realizar esos pequeños ajustes que evitan grandes reparaciones. Así, en nuestra caja de herramientas no pueden faltar diferentes juegos de llaves Allen e inglesas, además de destornilladores, alicates, tuercas o un kit de reparación de pinchazos.
Mantener en perfecto estado la cadena es vital para que la transmisión funcione bien. Para ello podemos usar unos indicadores de desgaste que nos avisen de cuando debemos cambiarla. De esta manera evitamos el desgaste de los componentes de la transmisión como los platos o los piñones
Guardarla bien para conservarla mejor
Una bicicleta tiene componentes que deben ser preservados de los efectos de las incidencias meteorológicas, por lo que lo ideal es guardarla bajo techo en un soporte cuelga bicicletas, o en su defecto, si la tenemos que dejar al aire libre, tapada con una funda. La lluvia y la humedad oxidan los bujes de las ruedas y los rodamientos, y la acumulación de polvo daña la transmisión.
Usar una funda para cubrir la bicicleta es obligatorio si la vas guardar en exteriores como el balcón o el jardín. Hay una gran variedad de modelos, pero lo fundamental es que sean impermeables y cubran toda la bici.
Guarecer la bicicleta a salvo del polvo y de la lluvia nos garantiza que siempre estará a punto para disfrutar de ella y, lo más importante, alargará la vida del vehículo y nos prevendrá de sufrir incómodas averías cuando estemos en ruta.
Si te ha interesado este artículo te recomendamos: