Consejos para disfrutar del snorkel
Rosa Armán
Responsable de jardín en Carrefour.es
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El snorkel es un tipo de buceo que se practica en la superficie del agua, con el simple equipamiento de un tubo y unas gafas.
Cómo usar las gafas y el tubo
El snorkel o buceo con tubo se puso de moda en los países tropicales para ver los fondos de coral sin tener que llevar oxígeno. Solo se necesita para su práctica unas gafas de buceo, un tubo para respirar y unas aletas para propulsarse mejor. Las gafas tienen que cubrir los ojos y la nariz y quedar perfectamente ajustadas a la cara para evitar que se filtre agua. El tubo se engancha en las gafas y la boquilla se introduce en la boca.
A tener en cuenta: El tubo debe quedar en posición vertical por encima del nivel del agua cuando nadamos para evitar que entre agua. Si se llena de agua tenemos que expulsar aire con fuerza por la boca con la cabeza fuera del agua para que salga.
Las aletas que se utilizan en el snorkel son diferentes a las de buceo o submarinismo porque el movimiento de pie que se hace al nadar es también distinto.
Cómo bucear con snorkel
La técnica del ‘snorkeling’ consiste en nadar en la superficie del agua con la cabeza dentro para ver el fondo del mar. El tubo por el que se respira tiene que quedar por encima en posición vertical. Al nadar no se mueven los brazos, permanecen pegados al cuerpo porque el movimiento se produce únicamente con las piernas, pateando el agua.
A tener en cuenta: Aprender a respirar es sencillo. Hay que inhalar y expulsar el aire de forma lenta y profunda. Si oyes claramente el sonido del aire a través del tubo es que estás respirando correctamente.
Es conveniente practicar snorkel en días soleados y con el mar en calma para conseguir ver la flora y fauna marina con claridad. En España existen numerosos destinos donde practicar esta afición, aunque en lugares más lejanos es posible observar y nadar con más especies de peces, tortugas y ballenas.
Técnicas de snorkel
Al iniciarse en el snorkel lo normal es bucear en la superficie del agua. De hecho, es muy habitual utilizar chalecos de flotabilidad para mantenerse cerca de la superficie sin esfuerzo. Cuando ya controlas la respiración es fácil hacer inmersiones en el fondo del mar como en el buceo. El problema es controlar la entrada de agua en el tubo. La técnica para sumergirse hacia el fondo es apuntar con la cabeza hacia abajo y las piernas hacia arriba fuera del agua, dejándose llevar por la gravedad. Para subir hay que dirigir la cabeza hacia arriba y patalear para impulsarse.
A tener en cuenta: Al llegar a la superficie hay que controlar que el tubo esté en posición hacia abajo para que escurra el agua hacia afuera. Para expulsar el resto de agua hay que exhalar con fuerza en el tubo.
Si notas algo de presión en tus oídos después de la inmersión, tápate la nariz y sopla suavemente para aliviar la presión.
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