A tener en cuenta: El juego simbólico es muy importante porque el niño proyecta, fantasea e imita. Su principal instrumento es el lenguaje. Este tipo de juego es el que más despierta la imaginación.
Con la comida sí se juega: cocinitas
Sara Tarrés
Psicóloga y autora del blog www.mamapsicologainfantil.com
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Las cocinas de juguete son el primer ingrediente para descubrir a los niños los placeres del mundo culinario. ¿Quién sabe si no tendrás en casa al próximo chef de renombre internacional? Siéntate y disfruta: hoy cocinan los más pequeños. ¡Que aproveche!
Juego simbólico
Las cocinitas de juguete parecen contener la receta de la felicidad de los niños. Les seducen con elementos realistas (puertas que se abren y cierran, fregadero, fogones…) y montones de accesorios (vajilla, utensilios, alimentos...). Pero su mejor cualidad es que permiten a los más pequeños imitar a sus ídolos: papá y mamá.
A partir de los dos años y hasta los cinco, los niños tratan de reproducir los comportamientos de sus figuras de referencia. Es el juego simbólico. Así crean situaciones que, por el momento, son inaccesibles para ellos pero que ven a su alrededor. Como los niños todavía no pueden cortar un tomate, las cocinas de juguete les ayudan a simularlo.
Las cocinitas sirven en bandeja un sinfín de diversión. Al placer de jugar a preparar un sabroso pollo asado se añade uno mayor: servirlo a familiares y amigos.
Claves para elegir una buena cocina de juguete
La altura de la cocinita es el primer aspecto que debes considerar. El niño tiene que poder jugar con ella de manera cómoda. Las cocinas que incluyen accesorios son más divertidas y permiten más opciones de juego. Aunque también puedes comprar el menaje aparte. Conviene que la cocinita tenga espacio para guardar los utensilios y las comiditas o necesitarás hacerte con una caja para almacenarlos.
La estética también es importante. Todavía muchos fabricantes se empeñan en diseñar cocinitas para niñas, cuando la realidad nos demuestra que son un juguete unisex que entusiasma por igual a ambos sexos. Huye de las cocinas rosas y floreadas. Muchos niños adoran jugar con cocinitas pero rechazan el color rosa.
A tener en cuenta: ¿Has pensado colocar la cocinita de juguete en la cocina? Es la estancia de la casa con más potencial de imitación. Mientras los padres preparan la comida se puede construir un ambiente de juego en familia.
Las cocinitas compactas son una buena opción porque no ocupan mucho espacio. En el caso de las cocinitas de plástico, conviene colocarlas contra una pared para evitar que se caigan.
Beneficios de las cocinitas más allá del juego
Las cocinas de juguete desarrollan la autonomía de los niños porque aprenden a planificar tareas. El doctor Gilbert Childs afirma: “Los niños aprenden a pensar con las manos”. Tocando y explorando los diferentes accesorios de su cocina de juguete amplían su vocabulario. También son una estupenda manera de ayudarles a comprender mejor la noción del tiempo, cuánto se tarda en preparar un plato. Deberán esperar y ser pacientes. Además, cuando decidas que tus hijos empiecen a experimentar con la cocina de verdad habrán ganado mucho terreno.
A tener en cuenta: Las cocinitas permiten a los padres participar en el juego de los hijos: puedes fingir ser el cliente de un restaurante y pedir un menú. Eso sí, tendrás que estar dispuesto a comer café con queso. Los niños distorsionan la realidad para que se adapte a lo que ellos quieren.
Con las cocinas de juguete, los más pequeños valorarán la labor de quien cocina en casa para toda la familia y empezarán a entender el reparto igualitario de las tareas. Además, es un primer paso para que más adelante padres e hijos puedan cocinar juntos.
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