¿Cuál es el dron más adecuado para mí?

Los dispositivos de radiocontrol son el tipo de juguetes que siempre han gustado tanto a niños como a adultos. Estos dispositivos, gracias a la tecnología militar y al abaratamiento de costes, han evolucionado a lo que hoy conocemos como drones.

¿Qué es un dron?

Generalmente llamamos dron a un dispositivo volador con varios rotores, controlado remotamente por el usuario, aunque también encontraremos algún aparato rodante y no volador dentro de esta categoría. Los drones no solo sirven para hacerlos volar en solitario, en carreras o en competiciones de piruetas, también se utilizan, cuando se les añade una cámara, para hacer espectaculares fotografías y tomar vídeos aéreos de paisaje, monumentos o eventos. Son drones con cámaras fotográficas integradas.

Por suerte, hay una gran cantidad de modelos disponibles para todos los rangos de experiencia posibles. Desde los más asequibles para los principiantes hasta los más completos, que incluyen todo tipo de complementos, como estabilizadores, sensores, cámaras en alta definición, mayor alcance del control remoto, mayor resistencia, etc.

Es importante tener en cuenta que los drones en general son aparatos muy frágiles, y que es muy común estrellarlos contra obstáculos mientras estamos aprendiendo a manejarlos. Si vamos a tomarnos esta afición en serio, sería conveniente elegir un modelo robusto y con piezas de recambio disponibles en el mercado. También es importante en esta fase de aprendizaje, no acercarse mucho a personas y animales. Las aspas de los motores de los drones giran muy rápido y pueden hacer mucho daño.

Drones para principiantes

Estos drones normalmente son de pequeño tamaño y peso ligero. Su tecnología de vuelo y de control es bastante básica, y los que incluyen cámara no obtendrán imágenes de gran calidad, aunque serán suficientes para ir familiarizándose con el manejo. Debido a su simpleza y a su poco peso, son más fáciles de controlar en interiores que en exteriores, donde suelen quedar a merced de cualquier racha de viento. Además, la comunicación entre el control remoto y el dron sólo alcanza unos pocos metros, con lo que corremos más riesgo de perder el control por rachas de viento si se salen de ese rango de alcance. Y su autonomía no suele pasar de unos escasos minutos.

Drones para experimentados

Una vez que nos hemos hecho ya con el manejo de un dron normalito y económico, el más idóneo por las altas posibilidades de estrellarlo y estropearlo, es el momento de probar con uno más avanzado. Estos drones son más grandes, más pesados, con más sensores y estabilizadores para vuelos más controlados, tanto en interiores como en exteriores. Normalmente son cuadricópteros (4 rotores con una hélice cada uno), y suelen venir equipados con cámaras de alta definición (720p mínimo) y con lentes de gran angular para capturar mayor campo de visión, o con la posibilidad de añadir cualquier cámara de acción estandarizada (las famosas GoPro).

Drones para pilotos avanzados

Si hemos descubierto que, efectivamente, esto de volar drones es lo nuestro, podemos encontrar drones con 4, 6 u 8 rotores para añadir estabilidad y poder de despegue. Las cámaras incluidas son de mayor calidad y pueden llegar hasta los famosos 4K. También inlcuyen la opción de montar nuestra propia cámara bajo unos soportes que estabilizan el movimiento de la misma para que las fotos y los vídeos salgan lo mejor posible.

Los controles remotos son más avanzados, cuentan con GPS y con software (tanto del lado del dron como del lado del control remoto) actualizable y programable, pudiendo predefinir rutas de vuelo para que nuestro amigo volador vaya él solito tomando un vídeo a lo largo de esa ruta sin intervención por nuestra parte, y que vuelva hasta nosotros cuando termine. También son capaces de levantar más peso, por lo que soportan baterías más voluminosas para conseguir más minutos de vuelo.

Con este tipo de drones, cámaras y estabilizadores, es posible lograr escenas y ángulos muy cinemáticos en nuestras fotos y vídeos que, de otra manera, no seríamos capaces de lograr a no ser que dispusiéramos de un helicóptero, por ejemplo.

Accesorios y repuestos de drones

Si vamos a usar nuestro drone a menudo y queremos que la experiencia dure más que lo que da de sí la batería, sobre todo si nos desplazamos al campo para realizar los vuelos, es indispensable disponer de repuestos de baterías que llevaremos previamente cargadas a nuestra pequeña aventura.

Ojo también a la batería de la cámara, las tarjetas de memoria y las carcasas. Lo mismo para las hélices de dron. Es muy fácil que choquemos con algún obstáculo o que nuestros aterrizajes no sean todo lo suaves que debieran. Aunque suelen ser bastante resistentes, es común mellar, doblar o partir algún elemento de una de las hélices del dron. Así que lo mejor es llevar repuestos para poder seguir volando. Si de cuatro rotores uno funciona mal, no tendremos la estabilidad suficiente para hacerlo.

La cámara es un factor importante. Si nuestro dron no la lleva incorporada o queremos desactivarla para ahorrar batería, sería recomendable adaptarle una cámara GoPro para completar la experiencia.

También podemos mejorar la experiencia cambiando nuestro control remoto por otro más avanzado que nos muestre en tiempo real por una pantalla lo que la cámara de nuestro drone está viendo en todo momento. Incluso hay posibilidad de controlar algunos modelos mediante WiFi con nuestros ‘smartphones’ o tablets. Dependiendo de cómo conjuguemos los dron y los controles remotos, tendremos control absoluto hasta a varios cientos de metros de distancia. Por eso es importante tener visión remota de lo que la cámara del dron va grabando, ya que a grandes distancias será fácil perderlo de vista.

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