Jarras depuradoras: Agua más limpia en tu hogar
El uso de jarras con filtro incorporado es cada vez más popular, especialmente en aquellas zonas en las que el agua del grifo, a pesar de ser perfectamente potable, tiene un olor y un sabor algo desagradables.
Depurar el agua en casa
El agua que procede del grifo en todas las casas es apta para el consumo humano, pero en muchos casos arrastra el plomo de las tuberías, si la casa es antigua, sabe demasiado a cloro, o tiene un aspecto algo turbio. La forma que parece más fácil de consumir en casa agua saludable, con buen sabor y libre de impurezas es comprar botellas de agua mineral. Pero las jarras con filtro depurador es una forma más sencilla y económica de asegurarse un suministro continuo de agua de buena calidad.
El funcionamiento de las jarras filtradoras es sencillo. Este tipo de recipientes utiliza un filtro con carbono activado y resina de intercambios de iones, que reduce considerablemente la cantidad de contaminantes como cobre, mercurio y cadmio, además de eliminar gran parte del cloro del agua.
Al calor del éxito de las jarras filtradoras han surgido las botellas filtradoras transportables, ideales para llevar a la oficina, al gimnasio o a cualquier lugar, ya que filtran el agua en el momento de beberla gracias a los discos filtrantes que lleva incorporados.
Tanto el olor como el sabor el agua mejoran sensiblemente tras el filtrado, dado que reduce significativamente los niveles de cloro que contiene el agua de abasto.
Un 85% menos de cloro y de plomo
Según un estudio realizado por el departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de Barcelona, los filtros de las jarras pueden llegar a reducir en torno a un 85% los niveles de cloro y plomo del agua. En el caso del cobre y el aluminio, la reducción puede ser incluso superior. El análisis de las muestras de agua realizado para este estudio ha demostrado que el uso de filtros es efectivo en la reducción del olor a cloro, sal y moho/tierra.
Los filtros de carbono activo que las jarras llevan incorporados se deben cambiar con frecuencia para mantener siempre el agua de la jarra en buenas condiciones organolépticas. La frecuencia depende del fabricante, pero generalmente se recomienda tras uno o dos meses de uso.
Aunque la utilización de jarras con filtro es recomendable para todo el mundo, resulta especialmente indicado para aquellos que residen en zonas en la que el agua es demasiado dura, tiene demasiado cloro o posee un sabor desagradable.
Agua para beber y para cocinar
Las jarras con filtro no sólo proporcionan un agua saludable para beber, sino también para cocinar. Muchas de las recetas que elaboramos a diario llevan una gran cantidad de agua y, obviamente, el gusto de ésta influye en el sabor final del plato. Pastas, arroces, caldos o gazpachos dependen en gran parte del tipo de agua con que son elaborados.
El uso de una jarra con filtro supone un importante ahorro económico y de espacio frente al agua embotellada, además de respeto al medioambiente al no desechar envases de plástico.
Si el café o el té del desayuno lo elaboramos con agua filtrada, además de resultar más saludable, notaremos una enorme mejora del sabor. Lo mismo ocurrirá con las bebidas en las que echemos hielo casero elaborado con agua filtrada.
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