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Bodega Matsu

Matsu quiere decir “esperar” en japonés, un concepto que refleja la personalidad de esta bodega: dejar que la naturaleza se tome su tiempo, aguardando paciente la evolución de cada caldo, sin interferir. Una forma natural de llevar las cualidades del vino a su punto más álgido.

El suelo rico en nutrientes y las condiciones climatológicas poco húmedas, excelentes para la vid, permiten evitar el uso de tratamientos químicos y apostar por el proceso natural de antaño para su cultivo. La vendimia manual selecciona los mejores racimos en su momento óptimo de maduración para obtener la mejor materia prima. El minucioso proceso de fermentación se efectúa de forma controlada en depósitos de hormigón en los que la frescura de la fruta sigue presente hasta su maduración.

El resultado son vinos con cuerpo, coloridos, robustos y que no pasan desapercibidos. La variedad Tinta de Toro, gran protagonista de esta bodega, proporciona al paladar sensaciones únicas, y aporta carácter y un magnífico buqué. Caldos densos que denotan finura, elegancia y suavidad.

La Bodega Matsu se centra en elaborar cuatro modelos de vino realmente personales, que han sido nombrados haciendo un guiño a su crianza. El Pícaro es su tinto más joven; el Recio tiene 12 meses de crianza y el Viejo 16, así como el Matsu 2009.

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